jueves, 30 de junio de 2011

El que se calla, pierde... Y el que no escucha también.

No siempre queremos escucharlas, personalmente apoyo el refrán: "Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada". Pero algunas veces son necesarias, ¿De qué hablo? De las quejas.

                                          Los caminos-Poso

¿Perfectos? Imposible, pero muy cerca sí se puede estar, en el intento preferiríamos solo escuchar comentarios alentadores, sin embargo, sería muy plano, por eso vienen las quejas, no siempre bienvenidas, a sazonar. Las cosas de la vida, dependen de la perspectiva y hay algunas opiniones que son más provechosas si las vemos de una manera positiva, optimista.

Así que a dejar de huir de las quejas, a dejar de guardarlas y solo decirlas en nuestra mente o en nuestro entorno cercano. Si realmente queremos cambios, servicios a escuchar y perder el miedo, y clientes a hablar. 

Aparte de ser una catarsis para el cliente, una queja para quien brinda el servicio es muy provechoso, es como un estudio sin costo alguno, es la oportunidad de mejorar escuchando al consumidor, al principal protagonista. Es obtener información de primera mano, por supuesto que con algún tipo de filtro, como ya hemos dicho anteriormente, el cliente no siempre tiene la razón.

No se trata de poner un cuestionario al cual no le darán la mayor importancia, es utilizar esta información para mantener y generar más clientes, hecho que le quita el sueño a muchos empresarios y sus equipos. Existen muchas técnicas y estrategias, y está que es una de las más sencillas por así decirlo, suele estar negada.



Por eso desde el 7 de mayo el libro de reclamaciones es obligatorio para los proveedores con establecimiento comercial abierto al público. Es decir, aquellos que venden bienes o prestan servicios a personas naturales, sociedades conyugales o sucesiones indivisas, que tienen la condición de consumidores o usuarios. Donde los consumidores podrán manifestar sus reclamos y quejas.

Servicios a escuchar y a mejorar, sobre todo en esta época donde la competencia abunda y clientes a hablar, ya saben, la competencia abunda, así que para qué perder el tiempo en un lugar donde no superarán nuestras expectativas e incluso ni las satisfarán. Ya no hay un solo camino, hay muchísimos no existen excusas para quedarse sin hacer nada, más que ser masoquista.


pd: En el próximo post profundizaré sobre el libro de reclamos.

¡Están servidos!

1 comentario:

  1. Hoy la atencion es primordial para cualquier empresa, del buen o mal servicio depende el crecimiento de cada negocio. El libro de reclamos me parece una buena idea, asi conocemos lo que nuestro cliente percibe a cerca de nosotros. Asi poder mejorar :)

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