jueves, 5 de mayo de 2011

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde...

Algunas veces debemos pasar por situaciones difíciles para entender lo que tenemos. Como clientes podemos exigir, pero también existe un límite, si cruzamos está pequeña línea pasamos a ser un cliente no muy deseable. Ese dicho que dice que el cliente siempre tiene la razón no es cierto. Siempre debe haber una negociación que deje a los lados satisfechos, quien nos brinda el servicio y nosotros, no se trata de recibir todo.

Cuando nos cegamos y queremos todo y más, podemos llegar a desubicarnos y exigir lo que no debemos. En un viaje tuve una pequeña experiencia en un servicio, no fue aquí en el Perú, donde muchas veces me he quejado de la falta de ese plus y atención al cliente. Pero me sirvió para valorar lo que tenemos, no será igual en todos los servicios, faltará mucho por andar, sin embargo, merece un reconocimiento que nunca le había dado.

Me encontraba en la fila de una tienda de autoservicio de venta al por mayor de insumos comerciales, lo más parecido en Lima pero en versión pequeña sería Makro , se llamaba Sam´s . Por un problema de códigos la cajera, que por cierto no era muy carismática, se demoro varios minutos en atendernos, nada de otro mundo. El problema fue cuando otro cliente, al ver que nos demorábamos en pagar tras esa larga espera, se acercó a agredirnos verbalmente. Mi prima y yo nos quedamos en shock, mientras que mi otra prima nos defendía en inglés, por el maltrato que le daba este individuo a los extranjeros.



Durante todo este momento, la cajera no decía nada, finalmente, después de varios minutos levantó la mano y llamó a la supervisora, quien nos pidió disculpas y le indicó al señor que se retirará unos metros más atrás, pero de una manera muy pasiva. Y me di cuenta de lo que tenemos aquí, puede ser que en tecnología nos falte mucho, que no siempre atiendan con una sonrisa o cierren los locales sin previo aviso, sin embargo, si te demoras en la fila, las personas automáticamente se cambian sin hacerse problemas y si por algún motivo deciden hacer un escándalo o agredir a otro cliente, seguridad aparece al instante y los retira del lugar. Incluso entregan algún tipo de compensación, porque saben que sus clientes son muy importantes.


Cualquiera que brinde un servicio hasta el más modesto en nuestra querida Lima, si tiene un gran pasado y le espera un buen futuro, será porque tiene esto en cuenta, debe cuidar a su cliente y hacer que su experiencia en el lugar no sea destruida por otros que no saben respetar. Tal vez sea lo mínimo que deben entregar para realizar un buen servicio, pero como yo me di cuenta, algunas veces en lugares que te dan más y más, se olvidan de lo esencial.

Como dice una canción de Eva Ayllón:

"Allí todos somos hermanos
Porque hasta el pobre te da abrigo"
Ese allí es nuestro país, donde si alguien se quiere pasar de vivo o es maleducado en un restaurante, supermercado, tienda, etc. habrá un defensor y eso hay que reconocerlo.

 

2 comentarios:

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